Malargüe es un punto estratégico del suroeste mendocino donde los volcanes de la Payunia, la Laguna de la Niña Encantada, las formaciones rocosas de Castillos de Pincheira hasta el manto blanco del Valle de Las Leñas sirven de marco natural.
Llegar es una aventura que atraviesa las cenizas de los volcanes y el espejo de sus ríos, arroyos y lagunas. Los sabores se mezclan con lo que viene del agua y de la tierra: las truchas en contra de la corriente y los chivos de la tierra y de la siembra proporcionan los sabores. Los paisajes van invadiendo recorridos.
Desandamos sus calles y allí encontramos el Reloj del Cincuentenario, cuya inauguración data del 16 de noviembre de 2000, en coincidencia con el 50° aniversario de la creación del departamento.
En la visita por la ciudad encontramos la Capilla Histórica Nuestra Señora del Rosario que se ubica sobre Ruta 40, el templo religioso más antiguo de Malargüe, que data de 1887.
A unos 25 kilómetros de Malargüe, la Cascada de Manqui-Malal invita a conocer su formación de origen marino, con un salto de 29 metros donde se puede observar gran cantidad de restos fósiles que descansan sobre las formaciones rocosas.
Igual de interesante es la visita a los “Castillos de Pincheira”, un conjunto de formaciones rocosas que proponen aventura en tirolesa, la práctica del rafting, pasear a caballo, la pesca o el trekking.
A 35 kilómetros al sureste, el volcán Malacara entra en contacto con el agua y sale a la superficie en forma muy violenta. Lleva ese nombre por la denominación que se les da a los caballos que tienen varias manchas en su cara.
La maravillosa Reserva Provincial Payunia, uno de los campos volcánicos más vastos de Sudamericana tiene un promedio de 10,6 volcanes cada 10 kilómetros cuadrados, entre los que se destacan el Payún Matrú, el Payún Liso y el Santa María. Una visita a este paraíso infernal es un gozo para la vista con un paisaje despoblado y oscilante entre rojo y negro.
Camino al Valle de Las Leñas, nadie puede dejar de sentirse enamorado por la Laguna de la Niña Encantada, a unos seis kilómetros de Los Molles, donde se accede por un camino de ripio consolidado o por el Puente de Elcha (peatonal) desde la ruta 222. Sus rocas volcánicas reflejan aguas cristalinas dando lugar a llamativas figuras.
En un principio se creyó que se trataba de un cráter volcánico, pero los estudios científicos determinaron luego que esta formación geológica corresponde al fenómeno kárstico denominado «Dolina» causado por la transformación de los depósitos subterráneos de yeso. El lugar está habilitado todo el año y en sus alrededores es posible realizar trekking y cabalgatas.
La otra parada obligada del Valle de Los Molles es el Pozo de las Ánimas ubicado sobre la misma ruta 222, por lo que realizar el paseo es posible. Se puede visitar durante el año y es oportuna para la actividad fotográfica.
En cercanía se ubica el paraíso blanco que los esquiadores reconocen a Las Leñas, donde los centros de esquí y snowboard más importantes de Argentina son los puntos que hospeda la soberbia Cordillera de los Andes.
La base se encuentra a 2240 metros sobre el nivel del mar, y la cumbre a 3430 metros, por lo que es el más elevado del país. Posee 13 medios de elevación, que permiten acceder a 27 pistas de esquí y snowboard clasificadas en principiantes, intermedios, avanzadas y expertos. Una invitación más para hacer de éste un verdadero viaje de placer.
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