Tiene 100 años de historia, se desconoce por qué se diseñó en este lugar y está inspirado en casas lujosas del sur de España.
Al noroeste de la ciudad de Córdoba, dentro de la localidad de Unquillo, hay una gran mansión que se esconde entre las sierras y es conocida como Castillo de Monserrat.
La propiedad se diseñó hace 100 años y es famosa por sus dimensiones, así como también por su estilo arquitectónico que imita el que lucen las antiguas casas del sur de España.
Y, a pesar de que se mantiene en perfectas condiciones, sus actuales propietarios, en conjunto con historiadores de la zona, aún no pueden descifrar por qué se construyó el Castillo Monserrat en este lugar de la provincia.
¿Quién fue el primer dueño del Castillo Monserrat?
El Castillo de Monserrat es una propiedad que se construyó entre 1920 y 1930por iniciativa de Miguel Monserrat: un empresario catalán, radicado en Rosario, que frecuentaba la provincia de Córdoba.
Luego de 10 años en obra, la mansión se inauguró y rápidamente resaltó en el barrio con su enorme portón de rejas negras y sus paredes blancas, conectadas con una extensa escalinata.
En aquel momento, Monserrat le colocó el nombre de “San Miguel” a su propiedad, que tuvo sus años dorados a mediados de 1950 y quedó en el abandono durante las últimas décadas del siglo XX.
Finalmente, a pesar de todo el trabajo pendiente, una pareja adquirió el inmueble hace más de 15 años, lo sometió a un intenso proceso de restauración y se mudaron al lugar, que hoy en día también es utilizado en eventos especiales.
¿Cómo se puede visitar esta mansión de Córdoba?
Para sorpresa de muchos turistas, el Castillo Monserrat de Córdoba se puede visitar en el marco de distintos paseos guiados que suelen organizarse sábados, domingos y feriados.
Además, las instalaciones también se utilizan al momento de organizar eventos culturales, que son excelentes para conocer su arquitectura en detalle.
Entonces, quienes deseen visitar la propiedad que hace 100 años le pertenecía a Monserrat, deberán viajar hasta la localidad de Unquillo, accesible por la Ruta E53, y circular hasta el final de la calle Almirante Brown.
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