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Tan nueva como antigua, consagrada a los dioses y abierta al mundo. Lisboa es la noche desvelada y los castillos, es el fado y el tranvía.
Lisboa es terremoto y reconstrucción, con colinas y elevadores. Con sus bóvedas de piedra, con sus viajeros del ancho río.
Correr hacia ella y dejarse en los registros. Con todas las palabras y la fotografías. Lisboa fue epicentro de la “Revolución de los claveles”
Lisboa no tiene mar, ya que el agua que baña las orillas de su centro histórico pertenece al estuario del río Tajo.
La capital de Portugal está situada en la desembocadura del mismo río Tajo que pasa por ciudades españolas. Justo antes de entrar en Lisboa, el Tajo se ensancha en una zona conocida como el Mar de la Paja -que llega a tener hasta 17 kilómetros de ancho- y es un estrecho que une esta parte del río con el Océano Atlántico el que baña la orilla del centro histórico de Lisboa.
El Océano Atlántico y las playas más cercanas a Lisboa, se encuentran a unos 15 kilómetros del centro de la ciudad, en la localidad suburbana de Oeiras.
Ello no impide la navegación, los barcos son parte del paisaje del Tajo en Lisboa. Cruceros turísticos hacen escala en el puerto, las líneas de ferry interurbano que forman parte de la red de transporte público regional realizan el recorrido entre Lisboa y las ciudades dormitorio de la orilla sur Almada, Seixal, Barreiro o Montijo.
Recorrido por la ciudad
La Baixa, ubicada en el centro histórico, es la zona llana de Lisboa entre colinas donde se encuentran los barrios Alfama y el Chiado, su calle principal es la peatonal Rua Augusta que alberga gran cantidad de restaurantes y negocios de recuerdos y que conduce a la famosa Plaza del Comercio, cuya explanada invita a la vista del Tajo. Desde La Baixa se puede acceder al resto de la ciudad a través de las estaciones de metro y en tranvía o caminando a otros puntos de interés.
Castillo de San Jorge
En una de las colinas ubicadas al este de la Baixa se pueden visitar los típicos barrios de Lisboa, como Mouraria o Carmo, pero el que más se destaca es Alfama, se puede recorrer en tranvía o a pie
Es en Alfama donde se hallan las ruinas del Castelo de Sao Jorge, paseo fundamental con la mejor vista aérea de Lisboa.
Otro de los lugares a visitar en ese recorrido es la Sé, catedral románica y una de las más antiguas de la capital portuguesa.
Alfama con sus calles angostas y el sonido del fado, con sus miradores y las vistas al río ofrece la imagen más tradicional de Lisboa.
Chiado
Al oeste de la Baixa se ubica el Chiado, un tradicional barrio ligado a lo intelectual y cultural, con pintorescos cafés literarios y librerías, entre las que se destaca A Brasileira, con una estatua de Pessoa sentado a la mesa.
Se puede llegar caminando o tomar el famoso elevador Santa Justa. En la parte alta se encuentra un mirador con vistas al centro de la ciudad y allí también se pueden visitar las ruinas del Convento do Carmo, que en la actualidad es el Museo Arqueológico.
El Chiado es además una zona comercial con negocios de reconocidas marcas del mundo de la moda y posee un centro comercial en los Armazenz do Chiado.
Plaza poética
También conocida como «Largo do Camões», Praça Luís de Camões es una plaza que separa los barrios de Chiado y Barrio Alto. En el centro se levanta una estatua de bronce del poeta Luís de Camões, inaugurada en 1867, rodeada por ocho estatuas más pequeñas que representan a otras personalidades de la literatura portuguesa.
Imágenes de sirenas y naves creadas en adoquines alrededor de la escultura recuerdan el poema épico de Camões.
La plaza es uno de los lugares de encuentro preferidos de la ciudad, especialmente en horario nocturno.
Hacia el norte de Largo do Camões se el Barrio Alto, el más famoso de Lisboa por su vida nocturna y en el se que congrega una gran cantidad de bares con diferentes estilos.
Más propuestas
Entre otros lugares de interés se puede visitar la Plaza de los Restauradores, que posee en su centro un obelisco que conmemora la separación de España. Desde allí surge la Avenida da Liberdade que llega hasta la zona de Marqués de Pombal y en su recorrido se distinguen las tiendas de lujo y los teatros más tradicionales de Lisboa.
Plaza del Rossio
Es el punto neurálgico de la vida en el centro de Lisboa desde el siglo XIII, cuando en los alrededores del castillo acontecían las actividades cotidianas y los habitantes de la ciudad se reunían en esta plaza que fue testigo de fiestas populares, juicios, encuentros políticos y religiosos, ejecuciones de la Inquisición que tenía allí su sede, entre tantos otros acontecimientos a lo largo del tiempo.
En los alrededores de la plaza se encuentran la estación de tren; la tradicional tienda de aguardiente de guindas conocida como Ginjinha frente a la Rua de Portas de Santo Antao, que concentra gran cantidad de restaurantes donde se pueden degustar las delicias gastronómicas de la capital portuguesa.
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